sábado, 28 de enero de 2012

El nombre de las cosas: Arco de las Cucharas

Si estamos ubicados en la Plaza Bibarrambla y queremos ir a la calle Mesones tenemos tres opciones, tres huecos abiertos en el flanco suroccidental de esta céntrica explanada. En uno de ellos, el que se sitúa casi en el centro de este lado, se abre la calle Arco de las Cucharas, que efectivamente enlaza la plaza con una de las calles más comerciales de la ciudad, la calle Mesones.

Pues bien, la plaza Bibarrambla o Bib-rambla tiene su origen mucho tiempo atrás, casi existente desde la formación urbanística de la zona. En el siglo XI, cuando se comienza la construcción de la cercana mezquita aljama, ya se conforma esta pequeña zona formada como consecuencia de los residuos aluviales del cercano río Darro.

Plano Árabe de Luis Seco de Lucena. 1910.


La muralla defensiva que se construiría durante los siglos posteriores se diseña de tal forma que incluye este espacio en el interior de la medina, como podemos comprobar en el plano de la Granada Árabe realizado por Luis Seco de Lucena. Corría esta muralla por esta zona desde la plaza de la Trinidad, en la confluencia con la calle Capuchinas, casi en la misma línea que marca la calle Mesones hasta el río Darro.

En todo este recorrido, tan sólo dos puertas daban acceso a la plaza, una la Bab al-Masda, cuyos restos arqueológicos han sido recientemente estudiados en la calle Capuchinas Nº2, y que daría entrada en la zona norte de la plaza. Por el extremo suroeste sería la Bab al-Rambla o arco de las Orejas, ubicada en la esquina de la plaza con la calle Salamanca. Serviría de paso a esta zona de una gran importancia, pues sería el centro religioso, comercial y científico de la ciudad, por la ubicación de la mezquita principal, la Alcaycería y la Madraza.

Plaza Bibarrambla en la actualidad.
Zona en la que estaría ubicada la Casa de los Miradores


Esta descripción de la muralla que diversos autores han realizado a partir de la que en el siglo XIV realizase el geógrafo egipcio al-Umari nos permite deducir que no había ninguna otra puerta en este lienzo de muralla. Sería así hasta el siglo XVI, en el año 1506, en el que las necesidades defensivas no son tan necesarias, y sí son más importantes las necesidades de conexión entre la plaza Bib-Rambla y la zona cada vez más poblada e importante que rodea la calle Mesones. Se abre en ese momento un hueco en la muralla, que ayudaría a conectar la plaza con los mataderos y carnicerías ubicados extramuros.

Ese precisamente sería el origen del denominado Arco de las Cucharas, denominación esta que recibe por la venta de cucharas de palo, utensilio muy utilizado y que en la actualidad ha quedado desplazado por otro tipo de materiales para cubertería.

Plaza Bib-Rambla a finales del siglo XIX.
A la derecha se observa una parte de la Casa de los Miradores, desaparecida en 1879

Además, durante el siglo XVI se realizaría la ampliación y reforma del espacio de Bib-Rambla, conformando lo que hoy conocemos como plaza. Esto se realizó para que la ciudad tuviese el espacio tan habitual en otras ciudades del reino, el cual se aprovechaba para realizar festejos y espectáculos de todo tipo. Precisamente para este tipo de eventos se utilizaría esta plaza, razón por la que se construye la conocida como Casa de los Miradores, de magnífica traza de Diego de Siloe y ejecución de sus discípulos Juan Asteau y Juan de Maeda. En la parte baja de este edificio se abrían seis arcos con medias columnas toscanas, y el que se ubicaba más a la derecha sería el que coincidía precisamente con el hueco realizado en la muralla.

Tendría a partir de ese momento sentido la denominación de arco, y que muchos confunden con una puerta en la muralla defensiva musulmana. Es una auténtica pena que desapareciera la Casa de los Miradores en un incendio a finales del siglo XIX, pero sin duda le dedicaré un espacio en este blog para que todos podáis conocer un poco más de sus características.

Espero, por tanto, que todo esto ayude a comprender la importancia de esta calle, cuyo nombre nos ayuda a recordar el avatar urbanístico de esta histórica ciudad, y que forma parte de su atractivo cultural.

Seguimos caminando...

sábado, 21 de enero de 2012

Una visita al Monasterio de San Jerónimo

Hace mucho tiempo que pretendía hacerlo, pero siempre andamos justos de tiempo para lo realmente importante en la vida. Sin duda que Granada tiene atractivos más que sobrados para el disfrute de todos los sentidos, pero hay uno muy especial que visité en fechas muy recientes.

El Monasterio de San Jerónimo, ubicado en el comienzo de la calle a la que da nombre y muy cerca del Hospital de San Juan de Dios, edificios casi coetáneos y que conforman en esta zona de la ciudad del siglo XVI un ejemplo más de la dedicación de los diferentes gobernantes en transformar una ciudad hasta entonces de religión musulmana en otra completamente dedicada al cristianismo, casi con la intención de convertirla en referencia en la defensa de alguno de los dogmas que son cuestionados en Europa.

Detalle del patio del claustro principal y cabecera de la iglesia


Pero será en entradas posteriores en las que me extenderé mucho más en las circunstancias que rodearon su construcción y en los valores artísticos más que indudables que contiene tamaña obra. Es ahora momento de analizar las peculiares circunstancias en las que se encuentra una joya del Renacimiento, por la dejadez o desidia de las autoridades que actualmente nos gobiernan.

En los primeros meses del pasado año (2011) las lluvias fueron más que abundantes, noticia que para todos es más que celebrada teniendo en cuenta los diferentes periodos de sequía que en los últimos años se han vivido en esta ciudad. Sin embargo hubo algunos lugares en los que más que positiva fue una auténtica tragedia, como por ejemplo en el lugar que ahora les comento: el Monasterio de San Jerónimo. Los aguaceros causaron muchísimos desperfectos en diferentes zonas del mismo, los más graves llegaron a derribar las techumbres en las zonas de las antiguas celdas, utilizadas como viviendas por las monjas jerónimas que actualmente residen en este monasterio.

Acceso a la escalera del Claustro Principal


Lo curioso de la noticia no fue que una edificación de casi cinco siglos se vea afectada por las lluvias, sino que las diferentes autoridades competentes en su protección estimaron que no era conveniente la protección de tales estructuras, sin destinar presupuesto en su restauración o recuperación. La razón para tal despropósito fue que las zonas afectadas no eran de especial protección, sumado al hecho de que las instalaciones de monasterio pertenecen a la Iglesia Católica, y que por tanto debía ser ésta la que obrase en consecuencia. Recuerdo en este punto que muchos de los frescos del coro de la iglesia resultaron dañados a causa de los recalos producidos tras las copiosas precipitaciones.

Durante los meses siguientes se organizaron una serie de actividades por parte de grupos ciudadanos para conseguir recaudar fondos para ayudar a la congregación a restaurar las zonas más dañadas. Una de estas actividades ha sido continuada hasta ahora, consistente en la realización de visitas guiadas en la compañía de dos expertos en la materia histórica y artística. Precisamente fue a la que acudí para conocer de primera mano cómo se realizaban y qué se podía ver y aprender en ellas.

Tras el pago de 7 euros por la entrada, se presentó nuestro guía y comenzó una ruta por la Historia, un paseo por el arte que contínuamente me sorprendió. A veces por la rotundidad renacentista de Siloé, otras por los detalles mudéjares en diferentes puntos, hasta conseguir que las casi dos horas de ruta por sus estancias supiesen a poco.

Quizá lo más atractivo fuese para mi la visita al coro de la iglesia, habitualmente cerrado a las rutas turísticas y que me causó una fascinación que será difícil transmitir con palabras. La gran majestuosidad de la sillería del coro con múltiples detalles esculpidos por Diego de Siloé, terminando en la gran obra maestra de la silla prioral. Talló Siloé en el respaldo un relieve de Virgen con el Niño de calidad sublime. Se contempla aquí una copia, pues el original se encuentra en el museo de bellas artes de Granada, pero no resta calidad a la finura en el detalle, que culminó con el tallado del Padre Eterno en la parte superior de la silla.

Silla prioral del Coro


Es un punto privilegiado para observar de cerca los frescos de Juan de Medina en las paredes, estos mismos que antes comentaba se vieron muy afectados por las lluvias de principios de 2011. Si te das la vuelta, la perspectiva del retablo de la Capilla Mayor es impactante, y muy de cerca se observan detalles de las esculturas de las bóvedas de los brazos del crucero. Todo en suma una experiencia sensorial soberbia.

Desde aquí quiero transmitir mi ánimo a todas aquellas personas que están dedicando su tiempo para realizar este tipo de tareas. Se convierten en pequeños mecenas de la conservación de uno de los tesoros artísticos de la ciudad. Por otro lado, solicito de las autoridades competentes la correspondiente responsabilidad en la protección del patrimonio que les hemos encargado los ciudadanos, para lo que se recaudan impuestos y que está exenta de creencias o rivalidades. Un monumento como el Monasterio de San Jerónimo no puede estar sin una atención y cuidados permanentes, más allá de las colaboraciones o acuerdos pertinentes con la Iglesia Católica. La pérdida de este tipo de legados artísticos sería imperdonable, y por tanto reclamo desde esta pequeña tribuna la necesaria e incuestionable inversión en la restauración del monumento.

Vista desde el coro del Retablo de la Capilla Mayor

Termino con la obligatoria invitación a todos los lectores que asistan a las rutas guiadas, que se realizan los jueves por la mañana (11:00) y los viernes y sábados por la tarde (17:00). Quedarán seguro satisfechos de haberla realizado.

Seguimos caminando...


Enlace a noticias del suceso de derrumbamiento de 2011:
Noticia Ideal  (material en video)
Noticia actividades recaudación

domingo, 15 de enero de 2012

Ruta Senderismo: Alfaguara - Cueva del Agua

En estas mañanas de invierno con temperaturas casi primaverales que hemos tenido, hemos aprovechado para andar por el Parque Natural Sierra de Huétor, en la zona conocida como Alfaguara. Para llegar es bastante sencillo, ya que tan sólo hay que llegar al pueblo de Alfacar, por la autovía A-92. Seguir las indicaciones para llegar a la zona de recreo de la Alfaguara, por una sinuosa carretera pero con el asfalto en buen estado.


Precisamente de la zona de recreo partirá esta ruta, por un sendero rodeado de pinares, característicos en esta zona del parque natural. Siguiendo la pista forestal vamos disfrutando de unas vistas magníficas del valle del río Darro, y vislumbramos las caras norte de los picos más imponentes de Sierra Nevada. Esta es la zona en la que nace precisamente el río Darro, tan importante para la historia de la ciudad de Granada.

El término Alfaguara procede del árabe al-fawwara, que podemos traducir como surtidor o manantial. Podemos imaginar lo que supuso para aquéllos musulmanes acostumbrados a tierras desérticas y áridas encontrarse con una zona como esta, en la que el agua es protagonista en muchos puntos de la sierra.

Vista de las caras norte de los picos de Sierra Nevada

No en vano existe en el subsuelo uno de los acuíferos más grandes de toda la Sierra de Huétor, del cual surgen las aguas de Fuente Grande (o de las Lágrimas) y las de Fuente de la Teja, nacimiento del río Darro. Dos puntos cruciales en la vertebración urbanística de Granada. La primera será la que surta de agua al Albayzín desde el siglo XI a través de la acequia de Aynadamar. El segundo será el que aporte el agua necesaria a la Alhambra a través de las acequias construidas en la zona de Jesús del Valle, además de ser el auténtico protagonista de la estructuración urbanística de los siglos posteriores (XII al XVI).

Unimos por tanto en este paseo por la naturaleza la importancia histórica del lugar en el que nos encontramos. Pero seguimos nuestro caminar hasta llegar a una zona conocida como Cerro del Maúllo, en la que descubriremos unos restos de las trincheras construídas durante la Guerra Civil española (1936-39), un auténtico laberinto con muros de piedra con vistas a los diferentes puntos cardinales, controlando cualquier posible entrada del enemigo. Desde el punto de vista histórico, son restos importantes de una época reciente de la historia de España, pero desde el punto de vista humano despiertan un sentimiento de profunda tristeza, acompañado de momentos de reflexión.

Ejemplar de Pinsapo

Volvemos sobre nuestros pasos para tomar de nuevo la pista forestal hasta llegar a un punto en el que una vereda nos conduce a uno de los puntos más bonitos de la travesía, pues aquí se mantiene un pequeño bosque de pinsapos, en el Barranco de la Umbría, que como indica una pequeña señal informativa, se trata de una "arboleda singular", por ser muy rara en este clima mediterráneo. Impresionan algunos de ellos por su altura, y sobre todo por la forma cónica casi perfecta de su copa.

Continuamos subiendo por esta vereda, hasta llegar al punto más elevado, en el que dejamos la Cruz de Víznar a nuestra izquierda para continuar por el camino que nos conducirá a la Cueva del Agua. En este trayecto se pueden disfrutar unas vistas impresionantes de toda Sierra Nevada, en múltiples miradores naturales. Sin duda merece la pena estar un buen rato sentado y disfrutar de tanta belleza natural.

Cueva del Agua

Desde la Cueva del Agua, que se encuentra vallada como consecuencia de otros tiempos en los que el hombre hizo actos más que vandálicos en su interior, proseguimos por el camino que nos conducirá definitivamente al lugar de partida. Una ruta de dificultad baja, pues no hay grandes desniveles y el piso está bastante bien, por lo que os invito desde aquí a pasar un buen rato en uno de vuestros días de asueto. Os aseguro que os gustará.


Algunas trincheras con el Valle del Darro al fondo


Por aquí os dejo la ruta, que os podréis descargar para poder realizarla con un GPS o vuestro smartphone:

domingo, 8 de enero de 2012

Del desaparecido Puente de la Virgen

Siguiendo la serie dedicada a los puentes que permitían cruzar el río Darro en su paso por la ciudad, es el turno de trasladarnos en el tiempo a la zona de Acera del Darro, justo detrás del templo de la Virgen de las Angustias. En esa zona se construyó en el siglo XVII otro puente más, conocido precisamente como puente de la Virgen.

Puente de la Virgen. Imagen de principios del siglo XX.


En las numerosas instantáneas de este puente, se observan los detalles de su construcción, que el profesor Barrrios Rozúa describe con  un arco rebajado, con dovelas y pretil de sillares tallados. Como característica peculiar se le recuerda por la inclinación pronunciada de las dos vertientes del mismo. Se observa en las fotografías conservadas también lo característico del estribo de la margen derecha, por su amplitud y el estrechamiento que producía en el cauce.

Desembocadura del Darro en el Genil. Al fondo a la izquierda, el puente de la Virgen

Quedaba por tanto en la margen derecha del río una zona en la que hasta entonces (comienzos del siglo XVII) se realizaban cultivos en huertas, como la que Gómez Moreno indica con el nombre Geninataubín, que comienzan su edificación en el año 1614. Se puede comprobar que es así observando con atención la Plataforma de Ambrosio de Vico, realizada a comienzos del citado siglo, y en ella se localizan en esta zona huertas y alguna que otra construcción con aspecto de cortijo para el trabajo de estas tierras.

Es importante este dato, pues debido al crecimiento en población que se produce al construir viviendas en esta zona, se hace más que necesario imprescindible la construcción de este puente al que me refiero. En el otro lado, la margen izquierda, está ocupada por la iglesia de la Virgen de las Angustias y el edificio del Rastro Municipal. Ya desde el siglo XVII adquieren una importancia ambos edificios, desde el punto de vista devocional (de la imagen de las Angustias) y comercial (Rastro), lo que puede indicar el gran trasiego de personas, carros de mercancías, etc. que pudo tener esta zona, y por tanto, tuvo que soportar el puente de la Virgen.

Trabajos del embovedado del Darro con el puente de la Virgen como testigo.

Esta zona del río Darro sería la última en cubrir, en los años 1936-38, en el tramo desde el puente de Castañeda hasta la misma desembocadura del río en el Genil. Se quedaría una amplia avenida, conocida como Acera del Darro como reminiscencia del paso que tenían los peatones en la margen derecha del río. Zona que hoy día tiene muy poca identidad en la ciudad, convertida en un lugar de paso, sin atractivo alguno. Si acaso, tiene como protagonista diario un continuo paso de vehículos, la mayor de las veces atascados con el consecuente ruido y degradación de un entorno que podía ser de los más atractivos de la ciudad.

Una calle con el nombre "Puente de la Virgen", que va desde la Acera del Darro hasta la Carrera de la Virgen, queda como testigo de la existencia de este paso del río.

Seguimos caminando...

(Ver ubicación del puente en Google Maps)

martes, 3 de enero de 2012

Vigesimosexta edición del Concurso "Descubre Granada"

Tras unos días de fiesta y pasar un buen rato en familia, ha llegado el momento de iniciar el año con una nueva edición del concurso que nos permite descubrir rincones de Granada que guardan mucho misterio, historias, y sobre todo Historia.

En esta ocasión debéis ir en la búsqueda de la siguiente imagen:



Creo que merece la pena que perdáis un buen rato mirando los detalles tan magníficos de la talla que realizase en su día... ups, que no puedo decirlo. Eso es cosa de que lo descubráis vosotros. En mi caso queda plantear las cuestiones que forman parte del concurso:


  1. ¿Dónde está situada la imagen que se observa en la fotografía?
  2. Anteriormente estuvo en otro lugar: ¿dónde estuvo antes y cuándo fue trasladada a su actual ubicación?
  3. ¿Quién mandó realizar la imagen?
  4. Aportar toda la información posible acerca de la imagen.
Tan sólo me queda indicar que es muy importante que os fijéis en todos los detalles de la fotografía que os pueden ayudar un poco a ubicar y descubrir la respuesta. En cualquier caso, y como siempre indico, será proclamado ganador aquel concursante que responda en primer lugar y correctamente todas las cuestiones planteadas, en forma de comentarios a la entrada. Será proclamado "Sabio/a de Granada" durante el tiempo que transcurra hasta la próxima edición del concurso.

Espero vuestras respuestas. ¡Venga! Aprovechad si os quedan vacaciones y pasead, buscad, y sobre todo, divertíos mientras descubrís una nueva Granada.

Pista 1: Como hay alguna dificultad para encontrar respuesta a las preguntas restantes (2 y 3), aquí os dejo una pequeña ayuda: Esta imagen de Cristo meditando estuvo anteriormente en otro sitio, junto a una de las puertas de la ciudad. Pero, ¿cuál de ellas?



Resolución del Concurso



Bueno, dada la complicación que ha tenido para vosotros localizar el punto del que viene la imagen, voy a concluir esta edición del concurso.

En primer lugar, proclamar a SentirArte como ganador de esta edición, sobre todo por su rapidez en responder a la pregunta más complicada de todas, ya que no es habitual que hoy día la gente se fije en este tipo de altares que otrora fueran más numerosos y populares.

Por otro lado comentar que la imagen representa a Cristo en una posición que nos recuerda a alguna de las imágenes que procesionan en Semana Santa, como la del Señor de la Meditación, de la hermandad universitaria granadina.

Esta es de tamaño más pequeño, y se realiza en el siglo XVII, de autoría anónima. Fue ubicado en la Puerta Real (o del Rastro) todavía existente, con la financiación de Francisco Fernández de Córdova, de la nobleza de Granada, aportando el dinero suficiente para que estuviese su lámpara iluminando el altar de forma indefinida.

La jerarquía eclesiástica granadina llegó a ofrecer indulgencias a todo aquel que al entrar o salir por esta puerta realizase una oración en la citada capilla. En ella estuvo hasta 1843, año en el que fue destruida la puerta.

Posteriormente fue colocado en su actual ubicación, en la que lo podemos observar rodeado de exvotos muy curiosos y que en otro tiempo eran bastante habituales.

Os invito desde aquí a visitar estos lugares escondidos de la ciudad, que guardan sin duda un valor cultural más allá del religioso, y que aportan mucha información de la cultura granadina tal cual la conocemos hoy. Felicidades a SentirArte, declarado de nuevo "Sabio de Granada"